La aparición de la pandemia en este 2020 nos puso la vida patas para arriba, desde las cosas esenciales y más importantes hasta sobre las que no reparábamos mucho. En este tiempo de cuarentena, de resguardo y cuidados, el deporte quedó en pausa y con un momento de retorno incierto (por lo menos por estos lados).
Los entrenadores hemos sabido aprovechar este tiempo para capacitarnos, charlar, dar rienda suelta a nuestra creatividad (en el caso de este humilde entrenador, armar un podcast junto a tres entrenadores amigos) y muchas cosas más. Hace un tiempo compartía en las redes de Coach Me Basketball un video que contiene un mensaje al respecto de esto:
Ahora que ya hemos atravesado muchos días de cuarentena, en el horizonte se asoma la vuelta a los clubes y de a poco empezamos a contemplar cómo será esta nueva etapa. Claramente este reinicio no será sencillo y, quitando los protocolos a seguir o los cuidados a tener, considero que los entrenadores deberíamos tener presente algunas cuestiones a la vuelta pensándolas desde un lugar mas reflexivo, y me gustaría compartirlas con quien esté leyendo:
Apreciar más el trabajo y las pequeñas cosas
Comienzo con el punto más importante de los que voy a exponer, este tiempo que hemos pasado lejos de la cancha es probablemente, el más amplio que hemos atravesado en toda nuestra vida. La rutina, los entrenamientos, el contacto con los jugadores o jugadoras, los partidos y su adrenalina, etc son los puntos obvios que extrañamos. Sin embargo, por lo menos en mi caso, comencé a pensar en las pequeñas cosas que se extrañan y sobre las que no reparaba tanto, como los mates pre y post entrenamiento con mis colegas o algún jugador, los viajes, los chistes internos de todos los días, planificar las prácticas y muchas más.
Pensar sobre todos estas pequeñas cosas creo que es una gran oportunidad para tomar conciencia y apreciar aún más nuestra profesión. Bienvenida la grata sensación de volver a disfrutar de aquellos momentos o actividades de las que solíamos quejarnos, de las cuales a veces nos mostrábamos indiferentes o ni siquiera registrábamos.
Conservar y seguir estimulando la relación con los pares
Todos celebramos y fomentamos los diferentes espacios que se fueron creando a través de la cuarentena en donde los entrenadores y entrenadoras se encontraban para charlar, debatir, intercambiar de lo que más nos gusta. Estos nos demostró que podemos convivir y conversar de puntos de vista diferentes sin entrar en juicios o conflictos. Se cultivaron nuevas relaciones, se escucharon campanas diferentes y todo de manera respetuosa y proactiva. Nos demostramos que podemos convivir de la mejor manera y creo de suma importancia, trasladar estos ambientes al día a día de los clubes y las competencias.
Si logramos hacerlo, será un antes y un después para la comunidad de los entrenadores y entrenadoras. Creo fervientemente que este nuevo ambiente puede potenciarnos a todos y todas.
Poner en práctica lo que se haya reflexionado, mejorado o aprendido durante este tiempo
Nos hemos recargado de información y nuevos conocimientos durante el tiempo en casa. Al volver a la cancha, será momento de volcar todo esto de la mejor manera posible. El camino más equilibrado pareciera ser el de comenzar con los «esenciales» esas reflexiones o aprendizajes que tuvimos en la cuarentena y que sacudieron un poco nuestro núcleo como entrenadores o entrenadoras. Estos serán los principales agentes de cambio y evolución en nuestro desempeño, luego continuar incorporando todo lo demás que hayamos recolectado. No será sencillo, simplificar y empaquetar toda la información acumulada será un trabajo arduo.
No descartar la tecnología
Todos y todas anhelamos volver al rectángulo de juego, tener contacto con la pelota, charlar, entrenar y enseñar a nuestro equipo «en vivo y en directo» y no por una plataforma virtual. Ahora bien, no dejemos atrás la computadora o el zoom, YouTube, Google Meet u otros más, y no volver a mirar atrás. Las herramientas que supimos usar en este tiempo, pueden ser incorporadas y repensadas para nuestra «nueva normalidad» cuando llegue. Estará en la creatividad y posibilidad de cada entrenador o entrenadora cómo usará esto en el futuro, pero creo que han llegado para quedarse.
Compartiré una sola a modo de ejemplo: tal vez se acabaron los días en los que un jugador o jugadora no venía a entrenar porque algo lo retenía en su casa, ahora podríamos transmitir el entrenamiento por zoom y que, por lo menos, pueda sentirse parte del mismo a la distancia.
Mantener la conexión con las personas
Esto puede no haber sido la experiencia de todos y todas, pero en mi caso volví a tener contacto con gente que hacía mucho no hablaba, y aumentó en grandes cantidades con respecto a antes, los mensajes, llamadas, videollamadas con las personas más cercanas a mí. Marcaría una gran diferencia en la vuelta a la rutina poder seguir, dentro de lo posible, el contacto con los seres queridos y personas importantes para uno. Creo que puede aportarnos un extra de energía que antes muchas veces no teníamos o no reparábamos sobre ello.
Cumplir con aquello que te hubiera gustado hacer antes de la cuarentena
Todos hemos tenido, en mayor o menos medida, algún tipo de pensamiento similar: «como me hubiera gustado hacer ….. antes de tener que quedarme en casa todo el día» o «me hubiese encantado ir a….», etc. No esperemos a cumplir con esos pendientes. Pueden ser cosas que nada tengan que ver con el deporte o tal vez sí, cualquiera sea el caso, será digno de celebrar el momento de cumplir con aquello que quedó inconcluso.
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Marcos Emilio (@CoachMeBasket)
Coach Me Basketball 
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